Según parece,
se va confirmando lo dicho por los historiadores sobre la tumba del
Emperador Qin Shihuang, celosamente guardada por los famosos Guerreros de Terracota. Sin haber excavado el yacimiento, se ha comprobado que, efectivamente, bajo los guerreros hay una estructura de hasta treinta metros de altura. Ahora falta ver si lo demás es cierto (recomiendo leer este
artículo sobre descubrimientos arqueológicos), y si no ha sido saqueada en algún momento de la historia, como suele ocurrir en muchos casos. Se cree que, entre otras cosas, el techo estaba salpicado por gemas que representan las estrellas y que bajo ellas fluían ríos de mercurio.