En los últimos años, una escuela de pensamiento dentro de los sinólogos ha ganado terreno: aquella que considera a China como la civilización más avanzada durante los últimos tres mil años. Según esta forma de ver la historia mundial, sólo la Revolución Industrial pondría por delante a Occidente, aunque por poco tiempo, ya que ahora China parece que vuelve a recuperar el terreno perdido.
Adshead propone una versión distinta, más moderada, de esta visión sinocéntrica del mundo. Tras comparar el Imperio Romano y la China Han, el autor llega a la conclusión de que Roma estaba más avanzada en algunas áreas con respecto a China. Sin embargo, sería bajo los Tang cuando China adquiriría por primera vez, y de forma merecida, el título de país más avanzado de la Tierra. Tras la caída de esta dinastía, hubo periodos en los que Occidente aventajó a China, pero el balance neto es claramente favorable al Imperio del Centro, al menos hasta el siglo XVIII. Para llegar a estas conclusiones, Adshead compara multitud de fuentes, tanto chinas como occidentales, y apoya sus resultados en datos estadísticos de la sociedad china.
El único inconveniente de esta obra es el uso del antiguo sistema Wade-Giles de romanización, en vez del moderno Pinyin, aunque es una "molestia" muy común en los libros de historia sobre China.
En todo caso, una obra muy interesante para entender el papel histórico de China en la escena mundial.

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